El Museo Universitario del Chopo es un recinto museográfico de la ciudad de
México, dedicado a la promoción y difusión del arte contemporáneo. Sus
actividades se enmarcan dentro de la Coordinación de Difusión Cultural de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Durante décadas, el Museo del
Chopo fue la única opción de arte joven, accesible y de calidad al norte de la
ciudad que logró consolidar un proyecto multidisciplinario reconocido por su
carácter plural, crítico e independiente.
El edificio del museo es un icono
de la zona norte de la Ciudad de México. Se trata de una estructura al estilo
Jugendstil alemán prefabricada y desarmable, diseñada por Bruno Möhring para
ser cuarto de máquinas de la metalúrgica Gutehoffnungshütte (Mina de la Buena
Esperanza), inscripción que, de hecho, aparece en algunas de sus viguetas. El
edificio de hierro, tabique prensado y cristal albergó en 1902 la Exposición de
Arte e Industria Textil, en Düsseldorf, Alemania. El empresario mexicano José
Landero y Coss compró una parte del diseño del edificio original para traerla y
armarla en la Ciudad de México, con el fin de instalar la Compañía Mexicana de
Exposición Permanente, S.A., empresa interesada en realizar exposiciones
comerciales de productos industriales y artísticos.
En 1964 fue cerrado por el
deterioro de sus colecciones, que fueron transferidas a otros museos y
dependencias universitarias. El Diplodocus Carnegie y muchas otras piezas
integraron la colección de origen del nuevo Museo de Historia Natural, ubicado
en el Bosque de Chapultepec, perteneciente al gobierno capitalino, entonces
llamado Departamento del Distrito Federal. Otra parte de la colección quedó a
resguardo de los Institutos de Geología y Biología de la UNAM, y parte de los
fósiles con piezas emblemáticas, como el esqueleto de mamut, están expuestas en
el Museo de Geología de la UNAM. Otra parte de la colección se integró a los
acervos de varias escuelas e institutos de esta casa de estudios. A partir de
ahí, el edificio, sin un plan concreto para su reutilización, permaneció
abandonado hasta 1972, y corrió el riesgo de ser demolido y vendido el fierro
de su estructura por kilo. En 1970, una compañía de demoliciones ofreció 40 mil
pesos de entonces para aprovechar todo su material y dejarlo "libre de escombros,
al nivel de banqueta" pero su valor como monumento histórico detuvo dicho
plan.
En 1973 la UNAM, amparada en la
Ley de Monumentos, reclama la posesión del edificio y lo restaura a fin de
atender a una política de descentralización en materia de difusión cultural
fuera del campus de la Ciudad Universitaria para el reaprovechamiento de los
espacios.
Debido a su popularidad, el
proyecto cultural del Chopo creció al tiempo que el arte contemporáneo fue
integrando los avances de la tecnología a los discursos estéticos. Esta
circunstancia, sumada a la vocación de innovación y vanguardia del Chopo, hizo
evidente la necesidad de modernizar sus instalaciones y adecuar sus espacios a
los requerimientos de las diversas manifestaciones artísticas que promueve. Por
ello, en octubre de 2005 el edificio cerró sus puertas para emprender un gran
proceso de transformación.
El museo se reinauguró el 18 de
mayo del 2010, y mantuvo su mismo perfil, misión y vocación, pero con
condiciones infraestructurales más aptas, tanto en términos de su capacidad
tecnológica como en lo relativo al diseño y funcionalidad de sus espacios. Sin
embargo, en tanto se realizaban las obras de restauración, intervención y
mantenimiento, el museo mantuvo su oferta cultural presentando exposiciones,
actividades escénicas y performances en vitrinas del Metro, en museos y
galerías de la Ciudad de México y de otras ciudades del país. Continuó
impartiendo sus talleres libres y talleres especiales en casas rentadas
aledañas a las oficinas del museo, con una matrícula cercana a los mil. Desde
esas casas se atendieron los servicios de consulta y las actividades del Libro
Club, al tiempo que se clasificó, sistematizó y digitalizó el material
documental histórico del museo y el relativo a la promoción de su oferta
cultural desde su fundación. Los materiales catalogados y digitalizados dieron
origen a la Mediateca del Chopo, en un sitio en Internet de actualización
permanente, inaugurado en mayo de 2011 para su consulta remota.
De mayo de 2012 a la fecha, José
Luis Paredes Pacho es director del museo. Mediante el diseño del Plan
Estratégico 2012-2015, Pacho ha restituido el carácter vanguardista que el
museo tuvo en la década de los 80 y 90, cuando albergó a las escenas
subterráneas y marginales de la ciudad, como los movimientos gay y feminista,
el movimiento de rock en todas sus tendencias (punk, experimental,
electroacústica, progresivo, rupestre, etcétera), las artes visuales
emergentes. Dicho plan caracteriza al recinto como: epicentro de las
subterraneidades de los 80 en las artes escénicas, la música, las artes
visuales, la literatura y las reivindicacione de género. Así mismo, considera
al museo una de las pocas infraestrucutras culturales al norte de la ciudad de
México en los 80, lo cual lo convirtió en centro articulador del imaginerio
espacial de la ciudad y por lo tanto en un vínculo saludable entre clases
sociales, generaciones, escenas culturales y zonas de la ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario