sábado, 31 de octubre de 2015

Jacques-Louis David


El paradigma del Arte Moderno, siglos XIX - XX /  Académicos inspirados aún en el neoclásico

Jacques-Louis David (París, Francia, 30 de agosto de 1748 - 29 de diciembre de 1825) fue un pintor francés de bastante influencia en el estilo neoclásico. Buscó la inspiración en los modelos escultóricos y mitológicos griegos, basándose en su austeridad y severidad, algo que cuadraba con el clima moral de los últimos años del antiguo régimen.




Jacques-Louis David (1748-1825) – Autorretrato


Más tarde David llegó a ser un activo participante en la Revolución francesa así como amigo de Maximilien de Robespierre; en realidad fue el líder de las artes bajo la República Francesa. Encarcelado tras la caída de Robespierre del poder, más tarde se alineó con el advenimiento de otro régimen político, el de Napoleón Bonaparte. Fue en esta época cuando desarrolló su 'Estilo Imperio', notable por el uso de colores cálidos al estilo veneciano.

Entre sus numerosos alumnos cabe destacar a Antoine-Jean Gros, Anne-Louis Girodet de Roussy-Trioson y el más conocido de todos: Jean Auguste Dominique Ingres. Esto le hizo ser el pintor más influyente del arte francés del siglo XIX, especialmente en las pinturas académicas.

   PRIMERAS OBRAS

Los compañeros de David en la Academia encontraron difícil relacionarse con él, pero reconocieron su genio. Permitieron a David que se quedara en la Academia Francesa en Roma durante un año más, pero después de cinco años en Roma, regresó a París. Allí, encontró quien influyera a su favor, y lo hicieron miembro de la Academia Real. Envió a la academia dos pinturas, incluyéndose ambas en el Salón de 1781, un gran honor. Fue alabado por pintores contemporáneos, pero la administración de la Academia Real era hostil a esta estrella naciente.


En Roma, David pintó su famoso Juramento de los Horacios. Los temas y motivos se reiterarían en obras posteriores como El juramento del Juego de Pelota y la Distribución de las Águilas. Mientras en el Juramento de los Horacios y El juramento del Juego de Pelota se enfatiza la importancia del autosacrificio masculino por el propio país y por patriotismo, la Distribución de las Águilas hablaría del autosacrificio por el emperador (Napoleón) y la importancia de la gloria obtenida en el campo de batalla.

Juramento de los Horacios, 1784.


Para el salón de 1787, David exhibió su famosa Muerte de Sócrates. «Condenado a muerte, Sócrates, fuerte, calmado y en paz, discute la inmortalidad del alma. Rodeado por Critón, sus amigos lamentándose y estudiantes, está enseñando, filosofando, y de hecho, agradeciendo al Dios de la Salud, Asclepio, por la infusión de cicuta que le aseguraría una muerte pacífica… La esposa de Sócrates puede verse lamentándose sola fuera de la habitación, despedida por su debilidad. Platón (que no estaba presente cuando murió Sócrates) está representado como un anciano sentado al final de la cama.» Los críticos compararon el Sócrates con la bóveda de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel y las Estancias de Rafael, y uno, después de diez visitas al Salón, lo describió como «perfecto en todos los sentidos». Denis Diderot dijo que parecía que lo había copiado de algún antiguo bajorrelieve. La pintura estaba muy en la ola del clima político de la época

La muerte de Socrates, 1787.


  LA REVOLUCIÓN
 
Al comienzo, David apoyó la Revolución, siendo amigo de Robespierre y miembro del club jacobino. Mientras otros abandonaban el país en busca de nuevas y mejores oportunidades, David se quedó para ayudar a destruir el viejo orden; fue un regicida que votó en la Asamblea Nacional a favor de la ejecución de Luis XVI. No es seguro por qué lo hizo, pues había más oportunidades para él bajo un rey que con el nuevo orden; algunos sugieren que el amor de David por lo clásico le hizo abrazar todo lo de aquel periodo, incluido un gobierno republicano.

David comenzó entonces a trabajar en algo que más tarde le perseguiría: propaganda para la nueva república. La pintura de David de Bruto se mostró durante la obra Bruto de Voltaire. El público respondió con un alboroto de aprobación. El 20 de junio de 1790 se celebró el aniversario del primer acto de rebeldía contra el rey, El juramento del Juego de Pelota. Allí estaba David. Esperando conmemorar el acontecimiento en una pintura, los jacobinos, revolucionarios que acostumbraban a reunirse en el monasterio jacobino, decidieron elegir al pintor "cuyo genio anticipó la revolución". David aceptó, y comenzó a trabajar en un lienzo colosal. La pintura nunca se terminó por completo, debido a su inmenso tamaño (10,67 metros por 10,97 m) y porque algunas de las personas que debían aparecer representadas desaparecieron durante el reinado del Terror. Pero existen algunos dibujos acabados y partes del lienzo original también se conservan, mostrando figuras desnudas con cabezas totalmente pintadas.

El juramento el juego de pelota, 1791.

 

Durante la última fase de la Revolución francesa: el Directorio, las autoridades ordenaron el arresto y encarcelamiento de David.

Estando en la cárcel, David pintó su autorretrato, más joven de lo que realmente era. Retrató igualmente a su carcelero. Después de que su mujer lo visitara en prisión, David concibió la idea de relatar la historia de las sabinas. Se dice que El rapto de las sabinas (acabado en 1799), que en realidad representa un momento posterior: la paz al interponerse las sabinas entre los combatientes, se pintó en honor a su esposa, siendo el tema de la obra el amor que prevalece sobre el conflicto. La pintura también fue vista como un ruego a la gente para que se unieran de nuevo después de la fase sangrienta de la Revolución.

El rapto de las sabinas, 1799.




Esta obra también hizo que atrajera la atención de Napoleón. La historia de la pintura es la siguiente: «Los romanos habían secuestrado a las hijas de sus vecinos, los sabinos. Para vengarse por este rapto, los sabinos atacaron Roma, aunque no de manera inmediata - puesto que Hersilia, hija de Tito Tacio, el líder de los sabinos, se había casado con Rómulo, el líder romano, y ya había tenido dos hijos con él mientras tanto. Aquí se ve a Marsilia entre su padre y su marido al tiempo que pide a los guerreros de ambos lados que no separen a las mujeres de sus esposos o a madres de sus hijos. Otras mujeres sabinas se la unen en sus exhortaciones». Durante esta época, los mártires de la revolución fueron sacados del Panteón y enterrados en terreno común, y se destruyeron estatuas revolucionarias.

NAPOLEÓN

 
En una de las grandes coincidencias de la historia, la íntima asociación de David con el Comité de Salud Pública durante el Terror dio como resultado que firmara la muerte de un tal Alexandre de Beauharnais, un pequeño noble. La viuda de Beauharnais, Rose-Marie Josephe de Tascher de Beauharnais sería más tarde conocida mundialmente como Josefina Bonaparte, Emperatriz de los Franceses. Fue su coronación por su marido, Napoleón I, la que David representó tan memorablemente en la Coronación de Napoleón y Josefina, 2 diciembre de 1804.

David había admirado a Napoleón desde su primer encuentro, impresionado por los rasgos clásicos del por entonces General Bonaparte. Pidiendo que el ocupado e impaciente general posara para él, David fue capaz de obtener un esbozo de Napoleón en el año 1797. David documentó el rostro del conquistador de Italia, pero la composición completa del General Bonaparte sosteniendo el tratado de paz con Austria quedó sin acabar. Napoleón tenía a David en alta estima, y le pidió que lo acompañase a Egipto en 1798, pero David rechazó la proposición, sosteniendo que era demasiado viejo para aventuras y en su lugar envió a su estudiante, Antoine-Jean Gros.




La consagración de Napoleón y la coronación de Josefina, 1806.



Después del exitoso golpe de estado de Napoleón en el año 1799, como Primer Cónsul encargó a David que conmemorara su audaz cruce de los Alpes. El paso del San Bernardo le permitió a los franceses sorprender al ejército austriaco y obtener la victoria en la batalla de Marengo el 14 de junio de 1800. Aunque Napoleón había cruzado los Alpes sobre una mula, pidió que se le retratara «sereno sobre un fiero caballo». David cumplió con el Retrato ecuestre de Bonaparte en el monte San Bernardo. Después de la proclamación del Imperio en 1804, David se convirtió en el pintor de corte oficial del régimen.


Napoleón cruzando los Alpes, 1801.

EXILIO Y MUERTE


Después de que los Borbones regresaran al poder, David se encontró en la lista de proscritos por revolucionarios y bonapartistas, pues había votado a favor de la ejecución de Luis XVI y probablemente tuvo algo que ver con la muerte de Luis XVII. El nuevo rey borbón, Luis XVIII, sin embargo, le amnistió e incluso le ofreció un cargo como pintor de corte. David rechazó su oferta, prefiriendo en lugar de ello exiliarse en Bruselas, Bélgica. Allí, pintó Amor y Psique (1817) y vivió hasta sus últimos días tranquilamente con su esposa, con la que se había vuelto a casar. Durante este tiempo, se dedicó principalmente a cuadros a escala menor de escenas mitológicas y retratos de bruselenses y emigrados napoleónicos.


Marte desarmado por Venus y las Gracias, 1824.


Su última gran obra, Marte desarmado por Venus y las Gracias lo empezó en 1822 y lo acabó el año anterior a su muerte. David quería superarse una vez más. En diciembre de 1823, escribió:

    "Esta es la última pintura que deseo pintar, pero quiero superarme en ella. Pondré el dato de mis 75 años en ella y después nunca volveré a coger el pincel"

Cuando David salía del teatro, fue golpeado por un carruaje y murió más tarde de deformaciones en el corazón, el 29 de diciembre de 1825. Después de su muerte, algunos de sus retratos se vendieron en subasta en París, por precios muy bajos. Su famoso lienzo de Marat se mostraba en una sala especial retirada, para no enfurecer al público. No se permitió que el cuerpo de David regresara a Francia, a pesar de las peticiones de su familia, por la intervención que David tuvo en la ejecución de Luis XVI y por lo tanto fue enterrado en Bruselas, pero su corazón fue llevado a Père Lachaise, París.